
El taro gigante, también conocido como oreja de elefante, es una planta perenne conocida por su espectacular follaje con hojas gigantes, de ahí su nombre. Se utiliza para añadir un aspecto tropical denso a su jardín interior. En los meses de verano, el taro gigante produce hojas en forma de flecha con hojas prominentes casi cada semana.
La única pega es que esta planta puede suponer un pequeño reto para los nuevos jardineros. Hay que imitar cuidadosamente su hábitat nativo para cultivar correctamente la alocasia macrorrhiza gigante. En esta guía se explican los pasos que hay que seguir para cuidar el taro gigante.
Una visión general de la Alocasia Macrorrhiza gigante
Analítica
La Alocasia Macrorrhiza es originaria de las selvas tropicales del sudeste asiático, Queensland y Nueva Guinea. Se ha cultivado en partes de Filipinas, el sur de Asia y varias islas del Pacífico. Además, la planta es un manjar en Hawai, donde sus deliciosas raíces se cocinan para hacer poi. No es de extrañar que la planta sea un alimento básico en muchas islas.
Más recientemente, los entusiastas de las plantas de interior se han aficionado al taro gigante por sus hojas de vivos colores que aportan un aspecto lujoso a cualquier hogar y jardín de sombra. A pesar de sus exigentes requisitos de cuidado, el taro gigante es bastante resistente una vez que su sistema de raíces florece.
Condiciones del suelo para el taro gigante
En su mayor parte, el taro gigante no es exigente con el tipo de suelo. Como la mayoría de las plantas tropicales, el taro gigante crece mejor en suelos húmedos y con buen drenaje. Sin embargo, es vulnerable al riego excesivo. Para obtener los mejores resultados, elija un suelo rico en humus y nutrientes. La calidad del suelo debe ser suelta y permeable. Debe ser capaz de retener la humedad y permitir que el exceso de agua drene.
Puede elegir una maceta normal y mejorar el drenaje añadiendo algo de piedra pómez o perlita. Mejore la retención de la humedad añadiendo coco o turba. Estos materiales facilitan la obtención de un suelo poroso y bien aireado. En cualquier caso, el agua estancada no es ideal para tu planta.
Siempre que proporcione un drenaje para que el exceso de agua salga, la planta debería estar a salvo de la podredumbre de las raíces y de diversas enfermedades transmitidas por el suelo.
Temperatura para el taro gigante
Al igual que la mayoría de las plantas tropicales, el taro gigante prefiere un rango de temperatura de entre 55° y 80°F. No tolera las temperaturas inferiores a 50°F y comenzará a marchitarse en estas condiciones. Al taro gigante no le gustan las fluctuaciones extremas de temperatura. Esto significa que debe mantener la planta alejada de ventanas y puertas con corrientes de aire, así como de cualquier fuente de calor.
La exposición prolongada a temperaturas extremas provoca un retraso en el crecimiento e incluso la muerte. Los daños por heladas son especialmente devastadores para la planta y causan daños celulares irreparables. La gran mayoría de los daños por heladas no pueden tratarse. Le recomendamos que introduzca su taro gigante en el interior cuando prevea heladas en los meses más fríos.
Si es posible, traslade su taro gigante al interior para protegerlo del frío, si aún no lo ha hecho.
Niveles de humedad para el taro gigante
El taro gigante prospera en condiciones de humedad relativamente altas, entre 50% y 60%. Esto no es difícil de conseguir en la mayoría de los hogares. Sin embargo, es posible que el ambiente tenga una humedad baja. Puedes aumentar los niveles de humedad rociando suavemente la planta. Si no te apetece rociar las hojas todos los días, considera la posibilidad de colocarla cerca de un humidificador.
Esto garantizará que la planta se mantenga en los niveles de humedad deseados y permitirá que las Orejas de Elefante desarrollen un follaje elegante. Si no se mantiene el nivel de humedad recomendado, la planta podría morir. Pero antes de que llegue a ese estado, su planta le avisará cambiando sus hojas a un tono amarillo.
No eleve nunca la humedad del ambiente más allá de 70% porque se producirá condensación en las hojas. Esto podría favorecer la aparición de moho en sus plantas.
Acidez del suelo para el taro gigante
El taro gigante prefiere un suelo ligeramente ácido con un valor de pH de 5,7 a 6,3. Puedes comprobarlo con la ayuda de un medidor de pH o un kit de prueba de pH.
Intente no superar el rango de pH recomendado para el suelo porque impedirá que la planta absorba los nutrientes y minerales del suelo. Un desequilibrio del pH y una deficiencia nutricional comparten síntomas similares, como el amarilleo de las hojas y el retraso en el crecimiento.
Es importante distinguir entre ambos. Algunos jardineros añaden más fertilizante cuando ven las hojas amarillas. En cambio, deberías sacar tu medidor de pH para analizar el suelo.
Puedes añadir compost y estiércol para aumentar la acidez del suelo. Y para hacerla menos ácida, aplica un poco de caliza agrícola. La cantidad exacta de compost o piedra caliza que necesitas depende del valor del pH del suelo.
Luz para el taro gigante
El taro gigante no crece bien a plena luz del sol y puede experimentar un crecimiento atrofiado. En su lugar, elija un lugar que reciba sol parcial o luz indirecta para fomentar el nuevo crecimiento. El taro gigante crece mejor cuando se le proporciona una intensidad de luz de 4300 lux (o 400 velas de pie).
La mayoría de los hogares de Norteamérica deberían cumplir estos requisitos sin tener que complementar con bombillas. Intente plantar el taro gigante cerca de una ventana orientada al norte o al este. Esto proporcionará a la planta mucha luz solar filtrada. Para minimizar la dureza de la luz solar, también puede utilizar una cortina de luz para evitar que las hojas se quemen.
El taro gigante puede ser resistente, pero la luz solar directa quemará las hojas y causará daños irreparables.
Nunca coloque la planta en un entorno oscuro porque la falta de luz interrumpirá la fotosíntesis. Tu planta te dirá que no está recibiendo suficiente luz cuando las hojas se vuelvan amarillas. Si le das el tiempo suficiente, puedes aumentar el riesgo de que se pudran las raíces. Esto se debe a que la falta de luz solar casi siempre crea unas condiciones de humedad para la planta.
El calor del sol evapora parte de la humedad que se acumula alrededor de las hojas. Utiliza un luxómetro (aparato para medir la intensidad de la luz) para ver si tu planta recibe suficiente luz solar. Una solución más económica es conseguir una revista e intentar leerla.
Si puede leer la revista, la planta está recibiendo suficiente luz solar. Si no, las condiciones pueden ser demasiado oscuras para el taro gigante. Puedes mejorar la absorción de la luz limpiando las hojas regularmente con un paño húmedo.
Consejo profesional: La dirección de la luz puede afectar al crecimiento de la planta. Los informes indican que el taro gigante produce el mejor follaje cuando recibe luz cenital.
Abono para el taro gigante
Las plantas de taro gigante crecen a un ritmo rápido con una fertilización regular. La dosis extra de nutrientes mantiene un crecimiento continuado a la vez que mantiene su impresionante follaje. En su mayor parte, puede utilizar un fertilizante de uso general que se utiliza comúnmente en la mayoría de las plantas de interior. Una proporción NPK de 20-20-20 también es aceptable para los taros gigantes. Diluya el abono antes de aplicarlo para evitar que la planta se queme.
Alimente el taro gigante una vez cada dos semanas en la temporada de crecimiento, que suele ser en los meses de primavera y verano, cuando la planta necesita todos los nutrientes que pueda obtener. La planta entra en una fase de letargo en los meses de invierno y necesitará ser abonada una vez al mes.
Recuerda que siempre debes regar la tierra cuando abones el taro gigante. Esto se debe a que los fuertes productos químicos de los fertilizantes pueden ser demasiado fuertes para tus plantas, causando hojas amarillas e incluso la pudrición de las raíces. Diluye el abono con agua para facilitar su absorción.
También puedes añadir un fertilizante de liberación lenta si no quieres acordarte constantemente de tener que alimentar a tu taro gigante. Sólo asegúrate de no fertilizar en exceso la planta para evitar daños por quemaduras, incluidas las de las raíces.
Trasplantar el taro gigante
Para mantener tu taro gigante en un estado saludable, debes aumentar el tamaño de su maceta unos cinco centímetros cada año o cuando duplique su tamaño (lo que ocurra primero). Asegúrate de utilizar tierra fresca para macetas porque contiene todos los nutrientes que tu taro gigante necesita.
Trasplantar el taro gigante puede parecer abrumador, especialmente si la planta ha alcanzado el doble de su tamaño. Le recomendamos que pida a un amigo o familiar que le eche una mano.
Si el trasplante le parece demasiado trabajo, considere la posibilidad de plantar los bulbos en un contenedor de 30 pulgadas. Esto proporcionará mucho espacio para que las plantas crezcan.
Consejo profesional: Remoja los bulbos en agua durante unos 10 minutos antes de plantarlos. Plántalos a una profundidad de 10 cm. Las raíces tardarán unas 3 semanas en crecer antes de que notes la aparición de nuevos brotes.
Poda del taro gigante
El taro gigante es de crecimiento rápido y puede alcanzar rápidamente un tamaño de 15 pies de altura y 6 pies de ancho. Esto significa que es posible que tenga que podar la planta de vez en cuando para controlar su tamaño y forma. Asegúrese de utilizar herramientas de corte esterilizadas para evitar la propagación de enfermedades. Haz siempre cortes de precisión para minimizar el impacto que experimenta tu planta.
Haz cortes limpios en el tallo carnoso de la hoja que quieras eliminar. Evita dañar todas las hojas porque tendrás que cortarlas hasta su base. Luego tendrás que esperar a que la corona regenere nuevos tallos y follaje. Asegúrate de desechar responsablemente los restos de la planta muerta para evitar una infestación de plagas.
La poda nunca es fácil para ninguna planta de interior, y el taro gigante no es una excepción. Reduzca el choque asegurándose de que las condiciones del suelo son perfectas.
Propagación del taro gigante
Es relativamente fácil propagar el taro gigante mediante esquejes de tallo, división basal y utilizando semillas. Para un crecimiento satisfactorio, considere la posibilidad de dividir los tubérculos individualmente para un crecimiento óptimo. Este proceso se consigue separando los gruesos rizomas. Los pasos que se describen son exactamente los necesarios para separar los rizomas:
- Desenterrar con cuidado el taro gigante
- Inspeccionar la red de tubérculos
- Utiliza tijeras estériles para dividir los tubérculos (el número de tubérculos que elimines depende de las nuevas plantas que quieras)
- Vuelva a plantar la planta madre en su lugar original
- Planta todos los tubérculos individualmente (puedes colocarlos en contenedores o en el suelo)
- Cada tubérculo debe tener un bonito follaje, igual que su planta madre
Florecimiento de taros gigantes (rareza)
El taro gigante rara vez, o nunca, florece. Pero cuando lo hace, es un espectáculo para la vista. La floración del taro gigante es de un blanco cremoso con hojas coloridas. De aspecto similar a las flores de la cala, producen una espata verde amarilla que rodea un espádice. Estas flores están casi siempre ocultas tras su elegante follaje. Las flores tienen una vida limitada y pueden vivir desde unos pocos días hasta 3 meses.
Cultivar la planta en el interior impedirá que alcance su máxima altura y florezca. Tenlo en cuenta si tu objetivo es que tu taro gigante florezca.
Infestación de plagas (incluidos los ácaros)
El taro gigante es susceptible de sufrir diversas plagas, como la araña roja, los mosquitos del hongo y las cochinillas. La mejor defensa contra las plagas es mantener la planta en un estado saludable, para que sea menos vulnerable a un ataque.
Las rápidas fluctuaciones de temperatura, el exceso de riego y la exposición a la luz solar pueden provocar elevados niveles de estrés. Puedes minimizar el riesgo de enfermedades y plagas de la planta proporcionándole buenos cuidados.
He aquí algunos signos de que su planta puede albergar plagas:
- Hojas amarillas
- Formación de rocío de miel
- Telas de araña en el envés de las hojas (un claro signo de araña roja)
- Agujeros en las hojas
- Las hojas se ven pellizcadas, ahuecadas y distorsionadas
Si has observado que tu planta está siendo atacada por plagas, debes inspeccionar las hojas para estudiar la magnitud de la infestación. Intenta utilizar un microscopio para estudiar detenidamente las hojas e identificar el tipo de plagas.
El siguiente paso es preparar un insecticida orgánico. Recomendamos utilizar un jabón insecticida para matar las plagas. El aceite de neem (y otros aceites esenciales similares) también debería hacer el trabajo. Estos insecticidas neutralizan las plagas y también matan sus huevos antes de que eclosionen.
Consejo profesional: Asegúrese de retirar las hojas moribundas y el follaje muerto para evitar una infestación de plagas.
Conclusión
El taro gigante, una belleza impresionante, es una planta de rápido crecimiento que aporta un aspecto tropical a la mayoría de los hogares y jardines. Siempre que puedas imitar su hábitat natural, o acercarte a él, la planta cultivará hojas enormes.